Protrusión Discal

La protrusión discal es una afección de la columna vertebral que ocurre cuando uno de los discos intervertebrales, que actúan como amortiguadores entre las vértebras, se desplaza fuera de su posición normal, pero no llega a romperse. En otras palabras, el disco se abulta hacia el canal espinal, pero sin que haya rotura de su cápsula exterior (llamada anillo fibroso).

Causas de la Protrusión Discal

Envejecimiento: El desgaste natural de los discos intervertebrales puede hacerlos más susceptibles a la protusión.

Lesiones o traumatismos: Golpes o caídas que afectan la columna vertebral.

Movimientos bruscos o malas posturas: Levantar objetos pesados o permanecer mucho tiempo en posturas incorrectas.

Esfuerzos repetitivos: Actividades que someten a la columna a estrés constante.

Obesidad: El exceso de peso pone presión adicional sobre los discos.

Factores genéticos: Predisposición hereditaria a problemas en los discos intervertebrales.

Tratamiento para la Protrusión Discal

Reposo y cuidado postural: Evitar actividades que agraven los síntomas y mejorar la postura.

Fisioterapia: Ejercicios que fortalecen los músculos de la espalda y mejoran la flexibilidad.

Medicamentos: Analgésicos y antiinflamatorios para reducir el dolor y la inflamación.

Terapias complementarias: Electroterapia, masajes y técnicas de relajación muscular.

Cirugía (en casos graves): Si la protusión discal provoca daño significativo o dolor intenso, se puede considerar la intervención quirúrgica.

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